martes, 20 de abril de 2010

Espionaje y Libertad de Expresión II.

De manera muy acertada Juan Carlos Upegui nos propuso pensar en la relación entre las actividades del DAS y la libertad de expresión. La primera respuesta a su pregunta le llega de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre derechos humanos, y la segunda de boca de Catalina Botero, quien se refirió a este tema en entrevista con la W Radio.

Los invito a escuchar la respuesta pinchando aquí.

2 comentarios:

  1. Interesantes las tres voces que concurren en este caso. La de la Comisión Interamericana de Derechos humanos, por intermedio de su relatora especial para la libertad de expresión, la del gobierno nacional de Colombia, por intermedio del director del programa de derechos humanos de la Vicepresidencia, y la de los periodistas, por intermedio de la mesa de trabajo de la W. Sin embargo, el punto que me interesaba no ha sido tratado en términos precisamente jurídicos. Lo que me lleva quizá a cambiar el enfoque; quizá tratar este asunto desde otro punto de vista sea más adecuado. Una apelación al sentido común puede ser un mejor camino: ¿Qué periodista puede ejercer su libertad de expresión si es amenazado, por miembros del Estado, con el descuartizamiento de su hija? ¿Si sabe que agentes de seguridad del Estado siguen los movimientos de sus hijos y tienen fotos de esto?

    El tema se traslada a otra esfera, no ajena al derecho internacional de los derechos humanos, se traslada a la esfera MORAL. Quiero decirlo sin ambages esto es TOTALMENTE inadmisible desde EL PUNTO DE VISTA MORAL. Es escalofriante y aterrador. Esto supera el umbral de lo insoportablemente injusto.

    ¿Qué tipo de democracia puede ser esta, en la que los funcionarios del estado, pagados con recursos públicos, cumpliendo funciones públicas, empleando la infraestructura y la papelería del Estado, se dedican a amenazar, a aterrorizar y perseguir a quienes contradicen las ideas defendidas por aquellos que están en el gobierno de turno, a quienes son críticos de la actividad del gobierno, o a quienes presentan informaciones incómodas para el gobierno de turno?

    Aqui hay una modalidad inédita de violación del derecho a la libertad de expresión, no se trata de medidas indirectas, sino de la más ruin y descarada violación a la libertad de expresión, la que se dirige a socavar la existencia moral de las personas, su tranquilidad, sus razones para vivir.

    Infame de toda infamia este oscuro capítulo de la historia de la crueldad del poder en Colombia.

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  2. No entiendo por qué dice que no se está abordando el tema desde un punto de vista jurídico. Creo que la idea sería revisar el informe porque evidentemente la entrevista radial no da cuenta de los argumentos jurídicos que están detrás del pronunciamiento de la CIDH.

    Sin embargo, comparto la tesis, moralmente es inaceptable y la utilización de la fórmula de Radbruch me parece adecuada para este caso.

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